Nacida en Baviera, Annita Reim es un alma libre. Viajera impenitente por el mundo, fue una buscadora de emociones, arte, sabiduría y proyectos humanitarios donde aportar su granito de arena. La edad la ubicó en un lugar maravilloso, en la maravillosa sierra noroeste de Madrid, en Mataelpino, el municipio del arte, como no podía ser de otra manera. Aquí se rodeó de buenas amistades, trabajando con ellos en distintas actividades, como música y pintura.
Hace muchos años plantó las semillas del arte en nuestro municipio, donde hoy, recogemos sus frutos.
Este sábado, 8 de octubre a las 12 horas, inaugura una exposición de sus acuarelas en la sala de exposiciones de la Concejalía de Cultura de Mataelpino, donde nos acompañará, a pesar de su edad y delicado esto de salud.
Con sus obras, podremos adentrarnos en sus experiencias, como dice ella: “el arte es belleza, pero también amargura, luz y sombra”. Lo que sí nos muestra su obra es una vida creativa, con influencias de sus numerosos viajes por el mundo y con el firme criterio de captar la belleza desde una sensibilidad humana y apacible.
En los años 80, junto con otros artistas, fundó una asociación de creadores y productores llamada “Werkhaus”, que tuvo gran repercusión, juntando a ceramistas, orfebres, músicos, pintores, actores, fotógrafos, etc., que mantuvieron durante 15 años un proyecto común, repleto de actividades y exposiciones. Apareció por Mataelpino en el año 2014, donde ha estado desarrollando sus actividades musicales y pictóricas. Annita no es una vecina más, es una persona entrañable, querida y admirada por sus vecinos y amigos. Es una aportación maravillosa que respira la atmósfera artística de nuestra sierra, y es normal que como persona sensible, decidiera quedarse a vivir aquí, porque las musas viven en Mataelpino y eso es algo que las almas de artistas sienten